miércoles, 1 de octubre de 2008

El Rey ve el encierro todos los días

Siempre que se anuncia la visita de los Reyes a alguna ciudad, los diarios —sobre todo los regionales y locales, menos acostumbrados a tener en su territorio a los miembros de una de las instituciones más respetadas del país— tienden a "ponerse las pilas". Varios periodistas, varios fotógrafos... Ojo que la publicidad no invada las páginas... Se activa con tiempo una mini maquinaria para cubrir bien una estancia de apenas unas horas. Viene esto a cuento porque hace unos días los Reyes estuvieron en Navarra (Sangüesa, Pamplona, Aoiz). La visita, a diferencia de otras ocasiones, no iba a contar con eso tan vistoso como el "baño de masas".


Diario de Navarra, como siempre en estos casos, planeó un tratamiento muy acertado: por un lado, lo oficial (la inauguración, los discursos, las declaraciones de las autoridades...); por otro, todos los datos (quiénes acompañaron a los Reyes, claves de las empresas...). 


A esos dos enfoques añadió un tercero: el "ambiente". Esta entrada quiere resaltar este último con la intención de recuperar unas elaboradísimas "contracrónicas" repletas de nombres y dos apellidos, de pequeñas conversaciones, de recuerdos, de confidencias, de gestos, de nervios, de sonrisas, de anécdotas, de platos...




Luis Sanz,  jefe de la sección de Política, del periódico, nos cuenta algunas ideas sobre la ideación de estas páginas: "La presencia de los Reyes en Navarra, habitualmente de sólo unas horas, supone un buen trabajo previo de planificación . El interés periodístico va más allá de los lugares 'oficiales' de la visita como podrían ser el Cener en Sangüesa y Ecointegra en Aoiz, en la visita de esta misma semana. Tratamos de que nuestros lectores conozcan, además, qué hacen los Reyes más allá de los discursos, en el resto de los minutos que se encuentran en tierras navarras. Así, otros dos objetivos de interés debían ser su fugaz visita a la exposición de Sarasate en el Palacio del Condestable, y la comida en el hotel La Perla de Pamplona . A ninguno de estos dos lugares tenían acceso los redactores, por lo que la misión de quienes tuvieron que hacer la información fue básicamente esperar en el exterior y reconstruir lo sucedido a través de invitados que sí tenían acceso a la visita. Como ejemplo, una redactora permaneció sentada en una mesa de una cafetería situada a sólo unos metros de la entrada al hotel La Perla desde la 13.30 a las 16.45 horas, desde donde pudo ver la entrada de los Reyes a la comida y también la salida, momento que aprovechó para recoger información de los propios comensales que habían acompañado a los Reyes. Así nos enteramos todos de que el Rey ve  los encierros de Sanfermines por televisión todos los días. Por tanto, se trata de cubrir las cinco o seis horas que estuvieran los monarcas en Navarra con el mayor detalle posible, independientemente de la 'oficialidad'. Y esto se consigue reconstruyendo la estancia de don Juan Carlos y doña Sofía con autoridades e invitados que les han acompañado en cada momento. Otro objetivo de la información es que los trabajadores de las empresas a las que acuden, o los ciudadanos que esperan pacientemente para saludar o simplemente ver a los Reyes, tengan un hueco en las páginas del periódico y se sientan protagonistas del día".

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sres. La Buena Prensa:
Armstrongfl les ha escrito un correo esta misma mañana. Hoy les cita a ustedes en el blog: ESCRITOS A DIARIO.
Este espacio, el suyo, ha sido un gran descubrimiento para el australiano. Gracias.
Atentamente,
Armstrongfl

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